Elena

Calló Elena

No lloró ni en año nuevo Elena

El año nuevo con asado

Ver las estrellas de lejos

Morir al sur

Guardó Elena

el pie sobre el barco

en Amsterdam

con su Dori de siete años

Escondió de la guerra

enfrascó para la democracia

los abrazos que dio

setenta años después

Habló su hija Elena

Jamás calló

lo que su mamá nunca le repetía

Guardaron

las líneas de teléfono

las bombas que por ser argentina

nunca escuchó

Lloró el silencio de sus padres

La exigencia de ser buena esposa

con mal marido

Salir sola a ser padre

cuando el padre de sus hijas

obstaculizaba sus trabajos

Escribe Eliana

No olvida Eliana

La guerra

ni el castigo

por ser mujer

ni la sequedad de la bisabuela

ni el llanto de la abuela

Escribe

para no pisar un avión

para no exigirse nunca

ser esposa

Cemento minuto

Mi rayo preferido
velocidad que vicia
mis sentidos
mi sexo
mi alma

No puedo más que seguirte
retrocediendo el minutero
endureciendo
las paredes
de la casa que te tuvo
del colegio que te guardó
de cada ladrillo
donde pudiste haber estado

Se fuga el tiempo
cuando intento
superponerte conmigo

Velocidad que me vicia
nunca se bailar
el ritmo al que vas

Solo el compás
de tus canciones
puede cada noche
devolverme a tu mirada
y la mia
de reloj en retroceso

Happy new year

En este 2014 solo puedo escribir desde un lugar de metamorfosis. Pienso en el año nuevo, en los buenos deseos, en la gente muerta, en la gente viva, en lo pasado, lo futuro y lo de ahora.

Tengo el alma montada en un tren sin destino y sin paradas. Cada tanto paso por la que fui y la veo como un ser germinando, tiene unos ojos ciegos deseosos de ver, la plata en los puños cerrados, el alma cerrada a cualquier negociación, el afecto, su papá, su mamá, su familia pasan de largo. Los escucha ser, solo tantea.
Hay un alma a su alrededor haciendo las valijas para irse. Veo a ese alma parada frente a mi, me palpa las manos ciegas y perdona mis golpes, acaricia mi piel y me dice que me quiere. Y después un silencio.

Lo siguiente es la apertura de los ojos. Hay un blanco luminoso muy bello que inunda mi cerebro, sin embargo sus ebras de luz estrujan mis ojos, siento pedazos de carne abriendoseme, quién sabe, tal vez mis pies, tal vez mi lengua.

Mi papá, mi ser de luz mutó para que yo pueda nacer.

Este es el principio de todo, de la vida, de un año nuevo. No hay experiencias buenas ni malas, solo sentir.